viernes, 14 de agosto de 2015
Thomas
THOMAS
Mi chiquito tan hermoso e inquieto.
Te soñé en los momentos más duros.
Te soñé regalándome una gran sonrisa.
Te soñé trayéndome luz
Trayéndome tu amor sanador.
Sos mi reparador de sueños.
El que tiene el don de convertir mi soledad en alegría
El que me devuelve la esperanza de un nuevo día.
Oh! Magia disfrazada de
pequeño,
oh! Alquimista de tequieros
oh! Alquimista de tequieros
Segunda Oportunidad
El día que entraste en mi vida lo hiciste sin preámbulos y
muy seguro de lo que querías.
Me dijiste que me habías vuelto a encontrar y te creí porque
a mí me pasó lo mismo. Han pasado solo 7 meses, aunque parecieran años juntos.
Redescubriéndonos, redefiniéndonos. Encontrando pequeñas señales que eras para
mí. Que te buscaba en el medio de la noche, porque sabía que al fin volverías a
mi lado. Que tomarías mi mano y transitaríamos lo que queda de vida. Que serías
el ángel que vino a salvarme cuando ya no quedaban fuerzas. Cuando la fe se me
estaba apagando y el Amor me parecía una quimera. Sos un sol en mi vida,
después de tantas tormentas.
Tu amor me salva. Me permite curar las heridas .Me regala al
menos una sonrisa cada día. Me hace volver a soñar.
SER.....
Imagínate un día donde todo lo que era tu fundamento, tu
sostén, tu estructura se desvanece y solo queda la hoja volando al viento.
Imagina que eres un montón de huesos, que por una genialidad
del cosmos, te mueves, camina, corre, millones de actividades son permitidas
por todo tu cuerpo.
Imagina que eres brisa que se alimenta de un viento mayor,
que te da energía y poder. Que vibras sabiendo que es el trabajo más perfecto
porque eres tú mismo, en este momento.
Nadie puede quitarte nada, ya que todo existe en la medida
que le das existencia. En los días en que sientes que no has hecho nada quizás
hayas librado la peor de las batallas, que es contra tú mismo. El ego que toma
y devora el Amor y lo transforma en un bien de uso y de cambio.
Soy perfecta porque soy
y tendría que ser premisa en tu vida,
porque es en ti donde ancla el CONOCIMIENTO, que es la conexión del ser con el
gran SER. Donde confluye, todo lo que es, lo que fue y lo que será.
Todo lo que creo ser, es una versión desdibujada de mi
misma.
Acepto mi historia, mis miedos, mis pérdidas. Bendigo el
maravilloso momento presento y libero lo que no es Amor de mi vida.
PINCELADAS....de vida
El horizonte se hallaba quieto y esquivo. Taciturno se
paseaba esperando un milagro, una caricia furtiva, una sorpresa que lo sacará
de la más indómita mediocridad. Le quemaba la hilaridad con que los estúpidos
se refugian de su falta de temperamento. Una vez soñó que lo imposible se
concretaba si primero se lo anhelaba. La gente lo tomaba por loco, y qué más da
si poco importaba lo que la gente creyera si el universo de Ulises era utópico
para los pobres de espíritu. Era increíble que en esa cabeza cupieran tantas
historias, tantas teorías, tantas palabras, tantos silencios que condensaban
universos paralelos.
Marcando el destino
Era
un camino largo, con riscos, con valles prometedores. De pronto el desierto más
árido lo cubría todo. La inmensidad de la nada, el sinsabor del no saber hacia
donde ir. Qué camino me llevaría a una nueva tierra fértil, que despeje la
muerte que acechaba a cada paso. No se escuchaba sonido alguno, salvo mis
pensamientos y el latido, algo tenue de mi corazón. Fatigosas horas, de
desaliento y dolor transcurrían lentas a cada paso hacia el lejano sol. Dunas
tramposas que escondían serpientes que se mezclaban con el ambiente. La boca
seca, el cuerpo ardiente por el sol abrasador. Silencio de duelo. En mis peores
pesadillas, soñaba una muerte así. Ya sin fuerzas me desplomo sobre la arena,
su calor me engulle, me ciega. Un minuto después una tormenta cubre el cielo.
Sola yo ante la oscuridad. Cae una gota de néctar divino y otra y otra más. La
lluvia baña el desierto, baña sus dunas, humedece su pobre tierra sedienta y me
trae esperanzas
Dejà vu
Un recuerdo que duele como daga atraviesa la mente y deja al
alma huérfana de todo néctar
De vida. Un pensamiento que viene a jaquear la paz. Otra vez
el torbellino se confunde, con las lucecitas que me provee el creador para
seguir. Y te veo tan hermosa, tan bella, mi pequeña. Lloran otra vez los cielos
amor, por no poderte abrazar del todo porque aún estás en mi corazón.
Princesita, me diste tanto y me seguís dando.
No te pongas celoso Ian, te amé desde antes que fueras
célula y hemos atravesado vidas de amor juntos. No te parí, solo te di alas mi
peque. Mamá solo es una hoja en el viento de esta vida. Fui el nido de estas
aves extraordinarias, maestros de tiempos inmemoriales. No estoy sola, porque
nunca se fueron. Son mi primer pensamiento al despertar y el último antes de
dormir. La vida fluye en mí y son uno con el universo. Puedo sentirlos cerca
cuando mi mente está en silencio y puedo acariciarlos cuando todo está en paz.
Lloro, porqué lloro si se que todo va estar bien. Quizás lloro porque me quedaron
muchos abrazos y besos para darles. Porque todo tenía otro sabor con uds y no
me acostumbro a no encontrarlos a mi lado y tomados de mi mano.
Bendigo cada instante pasado, bendigo cada lágrima
derramada, bendigo cada experiencia, cada ser que conocí en mi vida y deseo que
alcancen la dicha. No temo a la muerte, porque ha sido compañera de días de
intenso dolor y me ha enseñado más de la vida al verla cercana.
Esta semana tuve que despedir a un pequeñito ser que pudo
ser su hermanito. Que su sola presencia me llenó el alma .Me hizo muy feliz,
como hacía tiempo no era .Y lo tuve que dejar ir como a Uds. Lo amé como a un
milagro y por el tiempo que pasó en mi me llenó de dicha. Mamá sigue trabajando
para ser feliz, a veces me hacen falta. A veces me quisiera escapar un ratito y
abrazarlos tan fuerte que les quede el calor por más tiempo. Se me hizo tan corto
el tiempo con uds.
Era un día de esos en que las cosas no salen como uno
quiere, en donde el mayor esfuerzo se va como el agua entre los dedos. Esperaba
quizás una señal que indicará que todo iba a estar bien y lamentablemente no
llegaba ni esa sensación, ni la paz, ni el respiro. Se deshacían las horas y el
temor me invadía. Cómo soportar sin escaparme, cómo hacerme fuerte en mi
debilidad, cómo decidir ser una mujer nueva cuando lo peor de la vieja no
quería abandonarme. Era despojarse de la piel. Era transfigurarse como Cristo
en el Cerro. Era la transformación del escenario, dejar ir lo que duele y
acariciar lo que llega. Dejar de ver con envidia los bienes ajenos, sin poder
apreciar lo que es mío. Un trabajo titánico el de romperse y modelarse de
nuevo. Ver detrás del espejo la verdadera naturaleza. Quizás lo más tenebroso
es reconocerse desnudo. Sin un argumento que cubra la llagada existencia. Hay
veces creo que hay alguien en algún lugar que se divierte de mis cavilaciones,
de mis miedos, de lo que me enoja. Y que
a la vuelta de la esquina pretende decirme “te lo dije, no vale de nada
preocuparse. Esto es un gran juego, el objetivo aprender y reír aunque el
tiempo no acompañe”. Mi vida como si fuera una gran montaña rusa pasa de la
tragedia a la comedia sin prisa y sin pausa. Los recuerdos como acreedores
siniestros reclaman todos los días en la puerta su paga y yo cual proletario
esclavo depositó mi felicidad una y otra vez a estos usureros.
Últimamente lo que daba sentido dejó de tenerlo y me debato
entre buscarme y encontrarme. Algunas veces se me hace claro, la esperanza como
espadachín alada viene y me inyecta sueños nuevos, otras veces mi tristeza me
lleva a caminos muy desvariados y creo que se acerca el fin. Qué capacidad para
autoflagelarse. La muerte, siempre merodea como un león buscando presa y allá
voy yo enfrentando los demonios a diestra y siniestra. Ellos habitan en los
pensamientos, se alimentan de mis enojos, del no perdonarle a la vida que me
arrebatara lo que más amaba. Todavía me doy vuelta cuando alguien grita “Mamá”.
Sus voces pueblan mis sueños y por momentos creo que no pasó nada. Es increíble
como lo pequeño se hace gigante en la adversidad. Lo bueno se hace maravilloso
y se aprende a retener la magia que esconde una caricia, el brillo de unos ojos
que nos aman. Se aprecian los momentos
preciosos que traen sosiego y dan descanso al fatigado viaje.
Marca de agua
Cumpleaños que se suceden, mi pelo que se vuelve gris.
Siento tu abrazo y te sigo buscando. Fotos incompletas. Rostros que faltan.
Abrazos en la distancia. Besos guardados en el baúl. Se me termina el tiempo y
aún te espero
-Abuela, abuelita.
La veía sonriendo, hermosa, me sentía plena ya no había más soledad. Tu rostro
se aparece y el sueño se cumple: tomas mi mano.
Son las 7 me despierto. Un día nuevo, una nueva esperanza.
Mis pasos cansados. Te busco en cada mirada, en cada gesto. Voy tras tu huella.
Tras años, tras años…
Mi
espejo roto
Una y otra vez me acechan los recuerdos. Una niña en una
hamaca.
Una fiesta de cumpleaños. Olor a chocolate caliente. Tres
hombres se acercan y devoran la inocencia de la niña. Todo se vuelve confuso,
lo que no se pierde es la sensación que me
robó la alegría. Como un huracán que lo engulle todo, que aleja mi luz. Que me decreta culpable de lo que pasó
Y ahí llegó yo adulta. Te abrazo a ti mi pequeña niña. Te digo que nada, ni nadie te dañarán más, porque mi
bella mariposa dejó de ser oruga.
Micro relatos
Te busco en
cada mirada, en cada gesto, en cada corazón que me toca encontrar. Voy tras tu
huella…tras años, tras años
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