Con una sonrisa puedo comprar, todas esas cosas que no se
venden dice la hermosa canción de José Luis Perales.
Una famosa tarjeta pregona que en la vida no se pueden
comprar algunas cosas pero que para lo
demás está Mastercard.
Quizás lo que no se pueda,
comprar sea lo más valioso.
Quizás lo que se abre cuando sonreímos es nuestra capacidad
de ver la Vida diferente.
Descubrir el mágico
encuentro de unos ojos, que buscan el tesoro sin precio.
Cuando todo tiene un costo,
la sonrisa nos permite sanar heridas, romper barreras, destruir
armaduras, que no nos deja ser auténticos, y cuando lo somos opera el milagro:
somos libres.
Este preciado don está al alcance de todos. Es una bendición
y es gratis.
La gratuidad que tiene
el sol al calentar nuestros rostros, la gratuidad que tiene la luz de la luna
iluminando las noches, la misma que tiene el viento esparciendo las semillas
que cumplen su papel en el ciclo de la vida.
Cuando podemos maravillarnos de la belleza que nos rodea esa
sonrisa se abre paso ante nuestros ojos, como una flor al recibir la caricia
del sol. Como la tierra sedienta recibe las pequeñas gotas de rocío.
La vida es un milagro que cada día debemos honrar. Una de las
mejores formas es: Ser Felices.
Dicen que sonreír nos garantiza un sistema inmune fortalecido,
una oxigenación plena, distención
muscular, disipa el stress y ante todo mejora nuestra calidad de Vida.
Ahora nos toca llevarlo a la práctica: Sonríe y verás cómo se ilumina el mundo.
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